En ocasiones, las personas utilizamos el término “ansiedad” para describir situaciones que nos provocan nerviosismo, angustia o desasosiego; pero lo cierto es, que su uso se realiza de forma indistinta y a veces equivocada. Por eso, en este nuevo post, queremos hacer hincapié en la diferenciación de los distintos trastornos de ansiedad.
¿Qué diferencia existe entre miedo, fobia y ansiedad?
El miedo es una emoción básica que ha servido, desde que éramos primitivos, para dar una respuesta de alarma ante una situación de peligro. Esto permite que nuestro cuerpo se active y realice una respuesta/conducta ante la amenaza. Está emoción provoca una sensación negativa pero aun así es adaptativa para el ser humano ya que permite su supervivencia en situaciones peligrosas.
La fobia, a diferencia que el miedo, provoca un estado de alarma y miedo desproporcionado en relación con la situación amenazante. Es decir, la persona reacciona de forma exagerada ante un animal o cosa. Por ejemplo, es normal que nos provoque miedo el tener delante de nosotros un león en posición de ataque, ya que sabemos que si no huimos es probable que muramos. Sin embargo, es ilógico pensar que las cucarachas puedan matarnos.
Por último, la ansiedad es un estado de alerta donde se combinan emociones negativas y síntomas físicos desagradables como pueden ser palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar e incluso mareo. Esto provoca unos pensamientos catastróficos en la persona, que anticipa que algo malo le va a suceder.